Mujer militar, mi vocación la descubri por casualidad…

Si hubiera salido corriendo, ganas no me faltaron, el primer día que me hicieron entrega de un fusil no estaría  ahora contando nada de esto, mi vida seria muy diferente.

Pero acepte el reto y sin saber si realmente era lo que quería hacer me deje llevar, hice mi instrucción  en la Academia de infantería  en Toledo. Hasta allí fui a parar con un papel que me dieron en el centro de reclutamiento de Almería. Me subí al tren y no me baje hasta que pasaron diez años para pedir una excedencia.

En principio solo era una prueba para ver que era eso del Ejercito..

Primero fui destinada a la Unidad logística de la Legión (Grupo logístico) y meses después me dieron una oportunidad que no quise rechazar, ir de misión a IRAK, necesitaban mujeres en sus filas, es un país islámico y no permitía que un hombre tocase a las mujeres, por eso reclutaron a muchas de nosotras la mayoría de otras unidades en la misma Brigada de la Legión.

De un día para otro me encontré en otra unidad, con otros compañeros y otros mandos….me di cuenta de que no seria fácil, era la agregada a una unidad que contaba con la fama de mas duros y eficaces en su trabajo y esa fue la razón por la que después quise volver para ser miembro de unas de las mejores unidades de España el TERCIO 3 de la LEGIÓN.

De mi primera misión apenas guardo recuerdos físicos de ella, apenas un par de fotos, pero en mis cabeza mantengo muy vivas las imágenes de todos los días que pase allí.

Desde el primer día que aterrizamos en el aeropuerto de KUWAIT,15 de Agosto de 2003, lo que mejor me acuerdo y  puedo describir es el clima de allí, 6:00 (hora local) y 40º….traslado a CAMP COYOTE, campamento para la fase de aclimatación 11:00 (hora cambiada) y 60º, prisas para todo, ya se empieza a sentir la deshidratación, un viento árido y ardiendo te quema las manos y la cara. Un clima de lo mas normal para las fechas en que estábamos.

Allí pase tres días hasta que emprendimos la marcha en el convoy que nos llevaría a DIWANIYA. Cuando el autobús paso la frontera que une Kuwait con Irak a pocos kilómetros de la frontera ya se podía ver la diferencia entre países vecinos. A pocos metros de la carretera unos niños mal vestidos, sucios y con las manos extendidas esperando recibir algo…imagen impactante al menos para mí cuando vi aquello se me cayo el alma a los pies y pensé … si esa imagen de pobreza y desolación la  seguiría viendo durante los cuatro meses que durara la misión. Pues si, esa es la imagen de un país en posguerra y yo estaba allí porque quería a nadie le agrada eso pero había que acostumbrarse y centrarse en el trabajo.

Ya en Diwaniya nos esperaban  la vanguardia, compañeros que llevaban 15 días intensos de trabajo esperando al resto del contingente.

Muchos días de intenso trabajo y mucho calor menos que en Kuwait pero calor…siempre teníamos una nevera enorme repleta de botellas de agua y hielo..con el tiempo también empezamos a tener hasta refrescos (pepsi bari y mirinda bari). Allí celebremos nuestro aniversario 20 SEPTIEMBRE, el primero para mi.

Cuento todo esto porque fue en este ambiente duro, por que si fue muy duro, donde me empece a dar cuenta de que estaba a gusto, que no era mi verdadero destino pero estaba convencida de que esta unidad representaba para mi la imagen que yo tenia de EJERCITO. Disciplina, constancia, trabajo duro, compañerismo…

Me di cuenta que si no hubiera sido por esa CASUALIDAD de conocer mejor una unidad que estaba cerca pero apenas conocía. No habría descubierto mi verdadera VOCACIÓN eso que empezó siendo una opción mas, se convirtió en una forma de vida.

No ocurre todos los días, que experiencias tan duras sean las que modifiquen tus esquemas de vida y que descubras algo que no pensabas que te podía pasar, pensar que quería hacer con mi vida a los 21 años, pues ser MILITAR.

 

Juana Fernández Fernández

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