Noooooooo, no es que me haya dejado y yo me dedique ahora a tirarme de los pelos públicamente en la blogosfera. ¡ya os gustaría, carnaza a tutiplén!, ¡jajajaja, es broma!
No, pero os diré que cuando llevábamos 8 meses casados, momento idílico, él, mejor dicho EL, se marchó.
Se fue durante 7 largos meses al otro lado del mundo, y en todo ese tiempo, nos comunicábamos por email y una llamada diaria de 5 minutos. Y esto supuso ser de los más afortunados, porque había gente que sólo podía hablar una vez a la semana. Además, en medio vino 2 semanas, así que algo es algo.
Vaya, que en conjunto fue…..UNA AUTENTICA MIERDA
¿Qué por qué os cuento esto? Bueno, pues porque cuando a mi me pasó, yo no sabía lo que me iba a pasar, como me iba a sentir….y este blog, en el fondo, va un poco de eso, de contar cosas que no te cuentan.
Pues bien, se fue por trabajo, y era algo que iba a suceder antes o después (o antes y después, como así fue y será). Pero nadie te cuenta cómo va a ser para ti. Todos te dicen «pero tú ya sabías a qué se dedicaba cuando os casásteis». Pues perdona, pero no. Yo sabía cómo se llamaba su trabajo, pero no que implicaba tanto para mí. No tenía ni puñetera idea de que esto iba a ser así.
No te dicen qué es echar tanto de menos a alguien. Ni te dicen que durante la semana lo vas a llevar más o menos bien, pero que el fin de semana va a ser lo peor, porque además te has ido a vivir al otro lado de la península, a 1000 kms de tus padres, hermanas y amigos, y que los findes más a estar más sola que la one.
Pero de repente encuentras un trabajo, amigos, y te montas una vida. Una vida en la que él es una especie de Ente con el que hablas e intercambias mails. Y seguís hablando por teléfono, al tiempo que ves las noticias cada día cagaíta de miedo, y cuando dan una mala (de las malísimas) noticias por la tele pero tú no has visto el telediario, lo sabes porque te empieza a llamar la gente para preguntarte con voz bajita que qué tal estás, sin atreverse a preguntarte si EL estaba allí.
Pero bueno, esos 5 minutos diarios te salvan la vida. Y te animan, te ilusionan….aunque no lleguen para compartir lo que vives cada día. Algo que intentas transmitirle por email, pero que no llega.
Y lo idealizas: ya no es un principe azul, qué chorrada, ¡¡¡¡ahora es un caballero galáctico celeste brillante!!!!
Como poco.
Pero por fin llega el momento, EL, tu caballero galáctico, vuelve. Te haces mil planes, millones de composiciones de lugar. Te vas a la pelu, te depilas por primera vez en …cuantos meses? dejésmolo en te depilas. Te compras un modelín de ropa interior estupendo, organizas una súpercena romántica…..Y te mueres de nervios.
Porque poco a poco te das cuentas de que esa persona, ese caballero galáctico, es tu marido 2.0, y el momento real de verlo en persona…..impone.
Pero el día D ha llegado.
Reencuentro, lágrimas, metedura de pata con los jefes…..
GENIAL.
y pasan los días, y un día que te has levantado con el pie izquierdo, te das cuenta de que tienes en casa a untiopuestoporladiputación. Un hombre que decide que vive ahí, con sus normas, sus hábitos, sus manías…..¡¡¡¡¡y que invita a gente a tu casa sin pedirte permiso!!!! (casa que compré mientras estaba fuera, así que no sabía ni la dirección cuando volvió, jejejeje)
Bueno, esta sensación me duró unos dos días, porque enseguida le pusimos remedio. (enseguida = bronca que te cagas). Por supuesto, no sin antes creerme que era yo la culpable, que vaya mala pécora, que era una loca, etc etc….Pantoja al ataque.
Hablando, nos dimos cuenta de varias cosas:
– su vida se había quedado parada en el día que se fue, pero la mía había seguido sin él…..chasco para ambos.
– los dos habíamos fantaseado tanto con el reencuentro, que de alguna manera nos habíamos inventado cosas sobre el otro que no eran reales. (una especie de 8J, jajajajaja)
– había que empezar otra vez para volver al punto de partida
Pero como todo, cuando hay ganas, ilusión y como además, casualmente estábamos muuuuuuy enamorados (y estamos, oiga), todo se arregló. Y 10 años después, aquí seguimos.
Hablando con muchas mujeres en la misma situación, más adelante descubrí que esas sensaciones son normales….pero tabú. Así que ahí va mi granito de arena, espero contribuir a la salud mental de algunos y que esto ayude un poquito a desdramatizar estas esperas, que se hacen muy largas.
PAULA SD