Aunque soy un muy mediocre jugador, me gusta el Golf y lo practico con bastante asiduidad. Es un deporte saludable que te permite estar en el campo durante cuatro o cinco horas pasando calor o frio, según la estación, persiguiendo una bolita entre seis y ocho kilómetros, dándole ciento y pico golpes, con mayor o menor fortuna, y tocando el suelo con la mano otras tantas veces, sea colocando la bola sobre el “tee”, recogiendo este después de usado, quitando algún impedimento suelto que nos estorba el golpe, reponiendo una “chuleta”, marcando la bola en el “green” o, finalmente, sacando la bola del hoyo.
Pudiendo considerar el mantenimiento de la forma física una importantísima cualidad del golf, no es menor el “conocimiento” de tus adversarios de partida, muchas veces personas a las que saludas por primera vez en tu vida, pero con las que adquieres, rápidamente, una cierta confianza que lleva a tener que contestar un par de preguntas “tipo”, como son:
¿De dónde eres? y ¿A qué te dedicabas?
Sin que nadie me lo haya preguntado hoy, quiero dar respuesta a estas cuestiones empezando por la segunda y haciendo una matización. Soy MILITAR.
Me temo que la anterior contestación no sea suficientemente correcta, sobre todo ateniéndonos a la letra de alguna de las repetidas modificaciones de la “Ley de la Función Militar”, pues he cumplido setenta años y con muy buenos ojos habría de mirarme quien me calculase menos de sesenta y cinco. Consecuentemente, estoy en la situación de Retirado.
Como dirían mis nietos: ¡Vaaaale!. Soy MILITAR retirado.
Y esta respuesta, sirve de entrada a una posible contestación a la primera de las preguntas formuladas. Soy ESPAÑOL. Aunque pudiese intuirse, especialmente por alguno de los que me conocen, que esa respuesta tiene alguna connotación ideológica, manifiesto que no es así.
Si la pregunta hubiese sido: ¿Dónde naciste?, habría contestado que en Medina del Campo y, dependiendo de la edad del que preguntase; por lo de si había hecho las Revalidas de Cuarto y Sexto, el “Preu”, la Selectividad, o era víctima de la LOGSE; habría añadido o no: un pueblo de la Provincia de Valladolid.
Tengo bastante cariño a esa Patria chica, conservo muchos recuerdos porque allí viví mi niñez y, prácticamente, toda mi adolescencia pues, aunque con dieciséis años fui a estudiar a Madrid para preparar mi Ingreso en la Academia General del Aire, durante todas las vacaciones escolares de la época de preparación primero, y de la Academia después, volvía a Medina. Por otra parte, en ese lugar permanecieron mis padres y tres de mis cinco hermanos toda su vida y, hasta hoy, en sitio alguno he habitado durante tanto tiempo.
Finalizando mis estudios en la Academia, junto con los componentes de mi promoción fui nombrado “Hijo Adoptivo de Murcia”, de lo que hay constancia documental, pero además tuve la suerte de hacer un curso de vuelos en Salamanca y, esa circunstancia me convirtió en “salmantino consorte”.
Mi primer destino fue en la Base Aérea de Gando, y en Las Palmas de Gran Canaria tuvimos nuestra ciudad de residencia durante un periodo de casi cuatro años, y allí nacería nuestra primera hija. Algo tengo, pues, de “canarión”.
Nuestro segundo hijo nació en Badajoz, antes de estar yo destinado allí y mientras hacía el Curso de Reactores, hoy se llama de Caza y Ataque lo que suena bastante más “guerrero”, y en tierras extremeñas vivimos otros cuatro años, lo justo para que nuestra tercera hija viniese al mundo pero, en ese momento, yo era un “poco menos pacense”, pues había sido destinado a Manises.
Valencia fue una experiencia maravillosa que nos duró seis años. Aunque he preparado cientos de arroces distintos, sé cómo se hace la paella y hasta he enseñado a hacerla a más de uno, y mis hijos han llevado flores a la Virgen de los Desamparados. Algo tengo de valenciano.
De allí, la milicia me llevó a Morón de la Frontera y por tres años vivimos en Utrera, cuando partimos para Zaragoza, mis hijos empezaban a “zer zevillanos”. Algo de nosotros había germinado y vio la luz en Andalucía, nuestra cuarta hija es sevillana, aunque no llegase a dar allí sus primeros pasos.
En tierras aragonesas alcanzaron su mayoría de edad nuestros tres primeros hijos, vivimos allí seis años, se casó nuestra hija mayor y en la Academia General de Zaragoza nos emocionó la Jura de Bandera y la entrega de los Despachos de Teniente de dos de nuestros hijos. Me manifiesto “mañico”.
Con toda mi familia, vivimos un año en los EE.UU., y con una parte de ella y ocasionales visitas de los demás, estuvimos casi cuatro años en Bélgica. En esos lugares éramos “ESPAÑOLES”.
Después Madrid, donde muchos vivimos y pocos han nacido, partes de la familia están o han estado repartidas por tierras andaluzas, canarias, catalanas, extranjeras…
Todo esto, hace que mi respuesta a las preguntas ¿De dónde eres? y ¿A qué te dedicabas?
sea: Soy ESPAÑOL y soy MILITAR,… aunque deba añadir “retirado”. Y muy orgulloso de ambas circunstancias.
Pepe Souto
Aunque la situacion legal sea la de retirado, con una vida asi entregada a la milicia, tengas la edad que tengas, mi querido y respetado Coronel, te corresonde titularte a ti mismo Español y Militar, ambos con mayúsculas y sin más calificativos que modifiquen dicha afirmación, que por cierto, y muy en consonancia con este foro, es de plena aplicación a tu familia, queda evidenciado en tu relato: una familia Española y Militar. Muchas gracias por vuestra entrega.