Una y otra vez.
Los mismos sentimientos,
el mismo duelo.
Las mismas palabras,
Y miradas
Sin encontrar consuelo.
Un adiós, vuelve pronto y sano.
Te quiero.
Al día siguiente,
Despiertas en la mañana
y la cama esta fría, ausente.
Ni una sola una arruga,
En el lado vacío y paciente.
Miento.
Su pijama durante la noche,
quiso salir al rescate de mis lágrimas
y allí se quedó, hecho un trapo, como yo.
Afrontando el día, con una sonrisa, torcida.
Haciendo todo como hacías
Pero pasan lentos, los días.
Tristeza, orgullo, felicidad y resignación,
nos acompañan con las horas.
A ratos felices, con satisfacción.
Otras distantes con mucho temor.
Y pasan lentas, las noches. Y las llamadas, no alivian..
Entre lagrimas, mirando la luna,
Grito con fuerza :
«Te espero vida mía»
Y orgullosa me siento de tenerte
Y de no tenerte cada día.
Inma Romero
Mujer de Militar