CARTA DE UNA RESERVISTA

ADELA 1

Me dirijo a vosotros, tanto militares como familiares, para deciros que me siento orgullosa de haber sido testigo de que sois un ejemplo de entrega, lealtad y generosidad.

También quisiera deciros que el día que vestí el traje de sarga, me sentí como una novia, con le compromiso de amor y lealtad hasta la muerte. Fue uno de los momentos más emotivos de mi vida

Adjunto os envío una carta de agradecimiento que refleja el amor y la admiración que siento por las FAS, así como unas fotos que muestran mi entusiasmo.

Carta de una mujer reservista.

Mi distinguido General

Finalizado mi compromiso con las FAS, quisiera expresarle como Jefe de la Fuerza Terrestre, mi más sincero y profundo agradecimiento, ya que este periodo de siete años de milicia, como Alférez Reservista enfermera, ha sido el mas enriquecedor y gratificante de toda mi vida. Una experiencia que jamás olvidaré; a pesar de que conscientemente me desprendía de mis comodidades como civil, para
pasar a jornadas intensas, llenas de frío, escasas horas de sueño, tiempo para la higiene personal y lleno de grandes privaciones y retos. Hoy recordando mi convivencias con ellos y alejada de ese mundo que ya es el mío, no puedo evitar que los ojos se me empañen y las lágrimas broten a raudales. Decir, muchísimas gracias sería insuficiente. Estar en deuda siempre, sería lo más aproximado, al reflejo de la gratitud que siento.
Al mismo tiempo desearía felicitarle por dirigir un grupo, “que son todo un ejemplo a seguir”.
Personas abnegadas que frecuentemente viven alejados de sus familias, con alto sentido del deber, del honor, del valor, de la disciplina, del compañerismo, de los valores cívicos, discretos, exquisitos caballeros que, por otro lado escasean hoy día, al confundir la igualdad con la caballerosidad.

  • ADELA RESERVISTA VOLUNTARIA
  • ADELA RESERVISTA VOLUNTARIA
  • ADELA RESERVISTA VOLUNTARIA
  • ADELA RESERVISTA VOLUNTARIA

Valores castrenses, que si se hicieran extensibles a la sociedad civil, “hoy en crisis”. Nuestro mundo sería más armonioso y solidario. Docentes, donde no existe institución que les iguale, en cuanto a la continua y excelente formación que reciben y que personalmente he recibido, incluido el elegante protocolo al recibir los certificados.

Ellos, tanto tropa como cuadro de mandos, con su trabajo diario, me han hecho y hacen olvidar las reveses de la vida y convertirlo todo, en vivencias sorprendentes y retos hermosos y enriquecedoras. Ya forman parte mi familia, su dolor es mi dolor, su alegría, mi alegría. Sin saberlo, se han convertido en la energía de mi vida, el alimento de mi alma.

Y como olvidar a sus parejas que todo lo hacen por amor, quienes a base de sufrimiento y soledad han comprendido que, “en un militar el amor a la familia comienza con el amor a la Patria” y por las que siento un profundo respeto y admiración.

He de reconocer que soy una persona idealista e inquieta y que mi vida ha ido transcurriendo entre vicisitudes, buscando los verdaderos valores que dan sentido a mi vida. Sin esperanzas y en un lugar muy alejado de mi acontecer diario, finalmente los he encontrado en La Legión y por ende, en todo el conjunto que componen las FAS.

Asimismo decirle que soy una de esas personas que al paso de La Legión dicen, Viva La Legión…!!!. Sois el orgullo del Ejército y de todos los españoles…!!! El deseo de estar junto a ellos y conocerlos mejor, fue lo que me impulsó a hacerme Reservista Voluntaria (Militar temporal), poniendo a disposición de las FAS mi experiencia profesional como enfermera y mi persona con total entrega. De este modo comenzó mi andadura militar, llegando definitivamente a conseguir mi sueño,” formar en las filas de La Legión”, sin olvidar las múltiples activaciones en la UME, de las que guardo gratos recuerdos y donde desarrollé un instinto de supervivencia, que desconocía en mi.

No quisiera finalizar sin agradecer y felicitar al grupo de Escuelas de Defensa, donde recibí mi formación militar. La instrucción fue muy dura y estricta, algo que no entendía, intentaba hacerlo todo perfecto y aún así, mis piernas temblaban al dar novedades.
Finalmente comprendí que todo era un proceso para entender el verdadero significado del saludo, del compañerismo, la importancia de la disciplina y el porqué de tantas privaciones. Pretendían y consiguieron, hacernos disciplinados, fuertes, a desarrollar el instinto de supervivencia y además a quererles y respetarlos, la despedida fue muy emotiva.

Orgullosa de nuestro Ejército, del que hay un gran desconocimiento y sobre el que se elucubra con ideas que nada tienen que ver con la realidad. Digo orgullosa por doquier, que soy legionaria. Al ser personal civil y mujer, la gente queda estupefacta, por una parte con una gran admiración y por otra con todo tipo de respuestas trasnochadas, mi capacidad de respuesta es tan convincente y apasionada, que tras largas disertaciones en tertulias literarias donde frecuento y en otros círculos, terminan pidiéndome que les lleve a alguna parada militar.

Siempre tendrán mi lealtad y entrega

Sin otro particular, reciba un cordial saludo.

Adela Carrillo Wandossell

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One Comment

  1. Pilar
    12 diciembre, 2014 at 6:21 pm Responder

    Me encanta oír esto, espero que algún día pueda también contar mi experiencia como RV enfermera y disfrutar mas a fondo de la gran familia de las FAS, gracias por narrar tu vivencia , tu paso por ella y que pueda servir de ejemplo a aquellos grandes inquietos de este país como lo soy yo!